Resumen de la Ponencia
El espacio escenográfico como memoria, el lugar donde ocurren las historias, el mundo ficcional que sustenta una acción. El espacio creado, que detona, que dice, que apoya una dramaturgia, es dramaturgia y escribe su propia historia. Como la viven los personajes, como la imaginan y la hacen suya. Personajes que deambulan en un mundo que es real para ellos y tal vez para los que miramos. Como la miramos y como espectadores leemos el espacio dado. ¿Cómo lo imagina el director? ¿Cómo fue diseñado? Muchas visiones de un mismo espacio escenográfico. Muchas lecturas. En un archivo de arte escénico, como se resguardan las huellas, y cuáles huellas para reconstruir un espacio ficcional y la ficción total. ¿Qué queda del espacio imaginado?, ¿cómo lo recupero para su resguardo? De algo efímero, que muere y nace, ¿cuál versión es la que queda?
Una serie de cuestionamientos que me planteo al estudiar una escenografía. Los vínculos con los protagonistas, el director, otros diseñadores. Lo que imaginan de lo imaginado, como construyen sus acciones, viven el espacio planteado, luego lo que queda y como lo recupero. Para plantearme como resguardar los diseños escénicos de modo que tengan una coherencia y puedan ser conocidos a partir de otros soportes.
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